La última víctima de sus ganas de inmiscuirse en la política de gobierno de un país sudamericano fue Paraguay, durante una ceremonia de conmemoración de la paz de la Guerra del Chaco, y en presencia del mandatario paraguayo, Fernando Lugo - bolivariano como Evo y ex sacerdote hace poco estrenado públicamente como padre de un hijo y posible progenitor de media docena más. En su discurso Evito expresó, entre otras perlas, que según la experiencia vivida en su país “el mejor Parlamento es el mismo pueblo”, lo que causó el enérgico rechazo de los senadores paraguayos, principalmente de oposición.
El presidente del Congreso paraguayo, Enrique González Quintana, con respecto a las declaraciones de Evo manifestó: “Él ya tiene suficientes problemas con las divisiones que ha fomentado en su territorio, de índole política y territorial y autonómica, para venir a darnos recetas sobre la democracia y su forma de ejercerla”. Además señaló que lo único que faltaba es que “un foráneo venga a darnos recetas de cómo debemos actuar en nuestro país […] es una intromisión abierta a la soberanía nacional”; refiriéndose a Lugo señaló “hay gente que por demagogia llega al poder y después utiliza los poderes del Estado para imponer un ideología que no es lo que el pueblo ha votado”.
Evo Morales, subordinado a su emperador Chávez obviamente, también se la ha pasado criticando a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) debido a que Perú y Colombia consiguieron negociar de manera bilateral un TLC con la Unión Europea, lo que no le gustó al presidente boliviano, por lo que a través de su canciller Choquehuanca exigió la salida del presidente de la CAN, Freddy Ehlers, y anunció que en caso de que no suceda éste sería declarado persona no grata, llegando incluso a manifestar que tiene la intención de bloquear las negociaciones de un TLC con la Unión Europea. Que se ha creído este cocalero para venir a amenazar la libre determinación de dos países democráticos como son Perú y Colombia.
Podemos observar que las intromisiones de Evo Morales no sólo se dan en nuestro país, como quedo demostrado con la carta enviada a la cumbre indígena del Abya Yala realizada en Puno a fines de mayo, en la que incitaba a la rebelión como paso previo para la revolución, coincidiendo maliciosamente, a mi modesto entender, con el levantamiento indígena de la primera semana de junio, no se ustedes pero ese tipo de “coincidencias” para mí no existen. Todo forma parte de un muy elaborado plan para llevar a nuestro país a una situación similar por la que pasaron Ecuador y Bolivia hace no muchos años, con el desborde popular incitado desde la Venezuela chavista, que condujo a estos países a una crisis de la democracia, con golpes de Estado, violencia en las calles, que concluyó con la asunción al mando de gobernantes afines a la ideología chavista, y en ambos casos con reformas constitucionales que les permiten perpetuarse en sus cargos, tal y como lo manda la nefasta ideología bolivariana.
Esta estrategia desestabilizadora que se ha destapado en nuestro país, y que tiene a Evo Morales como operador principal, la explica muy bien el diputado boliviano de oposición Walter Javier Arrázola Mendívil, en una carta abierta dirigida al presidente Alan García Pérez. En esta carta señala que es exactamente la misma estrategia que se empleó en su país para destruir la democracia y nos alerta: “[…] en Bolivia los conflictos sociales tuvieron un objetivo común: operación Evo. En Perú seguramente será: operación Humala. Los peruanos cansados de tanta violencia, caos y conflicto que se desatará terminarán votando por Humala pensando que será la salida a su crisis. Igual que en Bolivia […] en Colombia las FARC están perdiendo la guerra, por eso van a colgar las botas y el traje militar, para ponerse plumas y ponchos”…cualquier parecido con la realidad no es coincidencia.
Evo Morales, tal como lo dijo nuestro Canciller “parece que quiere ser el ‘Salvador del Perú’“, pero ni siquiera puede salvar su país. Este tonto útil de los chilenos, que sale a declarar que el reclamo peruano ante La Haya solo es para perjudicar a Bolivia, tremenda patinada del boliche. Y encima de todo se cree pitoniso, pues vaticina que el Perú no ganará. Que sigua soñando con la tan ansiada salida al mar que seguramente le prometió Chile – pero que nunca, ni en 100 años le dará, por tanta declaración absurda contra nuestro país.
Finalmente, no olvidemos quién es el candidato de Chávez para las elecciones del 2011, Ollanta Humala; y cómo le financia su campaña a través de depósitos de pretodólares en las cuentas de su sobrina y esposa Nadine Heredia. Yo no quiero que esto suceda en mi país, no quiero que se convierta en una colonia más de la Venezuela chavista como lo son Bolivia, Nicaragua y Ecuador. Estoy seguro que los peruanos resistiremos la maquinaria hegemónica que pretenden imponernos Hugo Chávez y sus lacayos.